[leonardoroj]

Tuve que dar en Adopción a un American Bully de 8 años, que había sido rescatado inicialmente por una familia, el perrito sufrió de maltrato y siente mucho miedo por los perros dominantes, Ellos lo tuvieron un año, yo lo adopte de dos años, me toco trabajar mucho en sus temores hasta lograr que estuviese en calma en la calle y tranquilo, siempre lo sacaba con bozal. Él estuvo en mi vida a lo largo de 6 años, me ayudo a superar una fuerte depresión y estuvo muy fiel y lindo a mi lado siempre. Hace 8 meses me regalaron un cachorro de un mes de xoloitzcuintle, por algún motivo el cachorro que me regalaron termino siendo un cachorro muy seguro y con un carácter dominante y fuerte, pude corregir esa conducta y al principio se llevaban muy bien, hasta dormían juntos y jugaban juntos hace dos meses empezaron las peleas en casa y en la calle, cualquier estímulo detonaba la ira del bully hacia el cachorro y viceversa, se acataban a matar y cuando intentaba separarlos ambos perros me terminaban atacando por redirección de su agresión. Solo en casa con dos perros bravos, en una ocasión se pelearon al interior de la casa y fue poco fácil controlarlos, temi por mi integridad, pues, el bully fue maltratado y cuando se salía de control también me atacaba a morder y me tocaba aplicar el roll alfa y calmar los dos perros solo mi casa olía a carne cruda, a sangre por la agresión de los dos perros, era ver dos salvajes queriéndose matar me sorprendio mucho como el cachorro se defendia y dejaba muy lacerado a mi bully classic de 30 kilos. Los vecinos temían por mi vida, pues fueron testigos como mi bully en medio de uno de tantos conflictos, redirigió su agresión, sin el bozal, porque sele cayó en medio de la pelea tratando de tomar mi cuello. Afortunadamente, tengo buenos reflejos y ya sabia como actuar en estos casos, me alcanzo a morder un poco hombro, pero no fue de gravedad. Ese día tomé la decisión de dar en adopción a mi Teo de 8 años, sin embargo, a pesar de haber sido atacado por el, me duele en el alma y no puedo dejar de llorar por las noches porque lo amo y siento que lo traicione, que lo abandone; sin embargo, la vida me obligo a escoger entre los dos perros y ya le tenía miedo a mi Teito. Que Dios me perdone; sin embargo, odio a la persona que traumo de esa manera mi perrito, es tan dulce, tan leal, tan lindo y noble cuando está solito contigo; sin embargo, cambia cuando hay perros cerca y es peligroso. Coco mi xoloitzcuintle ya tiene 8 meses, a pesar de ser un perro con mucho carácter, lo pude socializar muy bien, no es miedoso con nadie ni con perros, es muy activo y sabe interactuar con toda clase de perros y los respeta, sin embargo cuando otro perro trata de atacarlo, sin importar la raza o el tamaño, se enfrenta con vehemencia y sin miedo, lo bueno es que lo llamo y se calma y hace caso. Es injusto que la vida me ponga a escoger entre mis dos perritos, para salvaguardar mi vida y la de ellos, a ambos los amo con el alma, yo era capaz de dar mi vida por Teo, Mi bully de 8 años, (A quien le decía popollillo de cariño por un programa de los 70s de un ratoncito llamado así que siempre me pareció muy tierno o le decia poshito, no sé porque uno le pone esos apodos a los seres que ama) Estoy devastado, mientras escribo estas lineas, mis lagrimas caen por mi rostro y recuerdo cada momento que vivi al lado de mi Teo a lo largo de estos seis años No se si tome la mejor decisión; sin embargo, lo hice por el más que por mí. lo di en adopción a una familia que ya conocía a mi Teito y lo amaban con el alma. Él ya los conocía y no le dio duro el cambio, a veces duermen con él en la cama y hacen perecita . Está feliz, está tranquilo, recibe mucho amor; sin embargo, aun sabiendo eso, me duele en el alma haberlo regalado. Tener que escoger entre los dos es muy duro, a ambos los amo con el alma. Es como tener que escoger con cuál hijo te quedas, muy duro. No sé si hice lo correcto, amo a Teo y lo extraño mucho. Mi coco está bien, duerme conmigo en la cama, es un amor de perrito. Disculpen lo largo de este texto; sin embargo, quería desahogarme, me duele mucho la ausencia de mi Teo, es muy duro amar a un perrito así y tener que dejarlo por el bien de los dos. Solo espero que me perdone algún día y que sepa que no quise hacerlo; sin embargo, las circunstancias me obligaron a ello.